Cada vez más se fomenta el hombre y la mujer  “super” que todo lo lleva para adelante (casa, trabajo, familia, papeleo…) dejando poco tiempo para los sentimientos. Y este tiempo se vuelve todavía más escasos si hablamos de dejarnos un espacio para sufrir, para pasarlo mal.

Al igual que una lesión muscular, necesita su tiempo de rehabilitación, los “dolores del alma” también necesitan un espacio para poder reubicarse. Necesitamos un espacio donde poco a poco damos cabida a esa noticia que nos ha dolido (una traición de un ser querido, una mala noticia médica, un NO a una ilusión, una decisión de ruptura de pareja, una muerte…). Recibir una notica que nos hace sufrir produce un primer impacto de shock. La sorpresa del momento, que con el tiempo (a veces es instantáneo) irá dejando un sentimiento de dolor en nuestro interior. Y esto requiere de nuestra atención.  Es importante, no confundir prestarle atención, con entrar en la autocompasión o en el drama. Darnos permiso para sufrir supone:

- Aceptar que durante un tiempo tendrás menos ganas e interés por aquello que normalmente te gusta
- No hace falta que te hagas el/la fuerte y guardes todo para ti. Es momento de expresar, no es necesario pasar por un momento duro uno solo.
- Busca ayuda y déjate ayudar de forma sana por quienes te lo ofrecen
- Ten paciencia, no te hagas expectativas mágicas de que estarás recuperado/a antes de lo necesario o que en unos días volverás a ser el/la de siempre y deja un espacio para las recaídas, aunque no lo creas... vienen.
- No temas entrar en depresiones profundas ni volverte loco/a. Sufrir y pasarlo mal, forma parte de la vida, si le das espacio en tu día a día, no dramatizas y lo elaboras, poco a poco irá pasando
- Cuida tu salud, es momento para prestar atención a la alimentación, al sueño. Estás en una etapa delicada y necesita del máximo cuidado de tu parte
- Confía… (quizás esto es uno de los aspectos más complicados cuando nos vemos en el  fondo del hoyo) con intención + trabajo personal-acción + tiempo = a cambio y con ello la mejoría viene.