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Mi mente a mi favor

2014-01-15 | Artículos

Nuestra mente, hoy en día, suele ser la que gobierna nuestra vida. Es la que decide qué está bien, cómo nos tenemos que sentir y qué debemos hacer en cada situación. El problema es que no siempre actúa a nuestro favor. También se encarga de sabotearnos, culpabilizarnos, mentirnos, incluso hasta de insultarnos. ¿Cuántos de nosotros nos hemos dicho cosas horribles cuando nos hemos mirado al espejo? Ella, nuestra mente, es la que decide si comemos o no, si hemos fracasado o si tenemos fuerza de voluntad para conseguir los objetivos que nos hemos fijado.

Nuestra mente es un instrumento o una herramienta valiosísima cuando la usamos a nuestro favor. Cuando nos apoya, nos anima y nos motiva a aprender de nuestros errores, cuando nos ayuda a tomar iniciativas de mejorar nuestra salud haciendo dieta, deporte, relajación  u otras actividades agradables; es nuestra mejor aliada. Pero, ¿cuál es el problema? que hoy en día normalmente es “ella” la que nos usa a nosotros. Somos su herramienta. Normalmente, muchos de nuestros pensamientos son inútiles y repetitivos, y algunos de ellos, van en contra de nuestros objetivos. Son estos pensamientos los que nos hacen picotear cuando estamos haciendo dieta, los que nos hacen postergar aquello que en realidad no nos viene bien hacer luego, la que nos critica cuando no cumplimos nuestras expectativas o las ajenas,... facilitando sentimientos internos de agotamiento, frustración o descontento con nosotros mismos. Por todo ello, es necesario prestarles atención cuando queremos hacer algún cambio en nuestra vida, para escucharlos y aprender a ponerlos a nuestro favor.

Tenemos que ser sinceros con nosotros mismos. Sabemos que nuestro estado de ánimo influye en cómo nos tratamos en nuestra vida cotidiana. Incluso la forma en que nos alimentamos, vestimos, hablamos, ... influye en nuestro estado de ánimo. Es bueno ser conscientes de la importancia de la relación de nuestra mente y nuestro interior, para comprometernos a ayudarnos. Si hacemos cambios temporales y específicos, conseguiremos eso cambios temporales y específicos, no serán duraderos y creeremos que hemos fracasado en nuestro propósito. Mientras que si nos paramos por un momento a ver nuestros hábitos de vida y nos comprometernos a mejorar nuestra salud física y/o emocional conseguiremos cambios eternos.

Aunque no lo creamos, el verdadero anhelo de casi todo lo que deseamos conseguir en nuestra vida está dentro de nosotros, sólo tenemos parar un momento y  mirar hacia nuestro interior para empezar a escucharlo.

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Mov: 660 49 17 20
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